martes, 22 de febrero de 2011

Logopeda Particular

Aunque parezca increíble tampoco mejoraba, los maestros no sabían que hacer, mi madre desesperada me apunto a una logopeda particular, ala cual tenía que ir 3 días a la semana, media hora; el problema es que el sitio donde se impartían dichas clases estaban en una ciudad a una hora y cuarto de mi casa osea que tenía en total 3 horas de coche (cuando no había caravana)
Allí hacia mas de lo mismo: copiar, leer, dictados...
Así que cuando llegaba a mi casa estaba super cansada y lo que menos me apetecía era leer pero nunca me libraba...

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